Un equipo del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM, CSIC–UAM) ha desarrollado un nuevo método para detectar ARN —como el de virus respiratorios o patógenos emergentes— de forma rápida, sencilla y sin necesidad de usar la técnica de PCR tradicional ni costosos aparatos de laboratorio.
El avance se basa en una tecnología llamada amplificación isotérmica, una forma de copiar material genético que funciona siempre a una misma temperatura. A diferencia de la PCR (reacción en cadena de la polimerasa), que requiere subir y bajar la temperatura muchas veces para copiar el ADN —algo que solo puede hacerse con equipos especializados—, la amplificación isotérmica se realiza a una temperatura constante.
“Con este sistema podemos obtener resultados en apenas dos horas y sin máquinas de PCR, lo que lo hace mucho más accesible”, explica Miguel de Vega, investigador principal del CBM. “El resultado positivo puede incluso verse como un cambio de color, a simple vista”.
El nuevo método utiliza una sonda testigo de ADN que se une específicamente al ARN que se quiere detectar, circularizándose. Luego, un conjunto de enzimas hace que esa sonda, ya circular, se replique una y otra vez, lo que amplifica la señal que informa de la presencia del ARN.
La clave está en una enzima diseñada por el equipo, llamada Qx5, una versión mejorada de la ADN polimerasa del fago Phi29 que, a diferencia de las convencionales, puede usar directamente el ARN diana como punto de partida para comenzar la copia continua de la sonda de ADN circular. Esta enzima se combina con otra enzima llamada TthPrimPol, que genera múltiples iniciadores (unas pequeñas piezas de ADN) sobre la copia de ADN que se está realizando, y que serán utilizados por Qx5 para lograr una amplificación exponencial de la sonda testigo inicial.
El sistema produce así una amplificación potente sin necesidad de los pasos previos habituales de transcripción inversa y diseño de iniciadores —dos de los principales cuellos de botella en el diagnóstico de ARN. “Nuestra tecnología elimina los pasos más lentos y complicados del diagnóstico molecular”, señala Luis Blanco, investigador principal del CBM. “Esto abre la puerta a test rápidos, económicos y portátiles, que podrían usarse en clínicas rurales, aeropuertos o en situaciones de emergencia sanitaria”.
La simplicidad del método podría facilitar el desarrollo de kits de diagnóstico accesibles y de bajo coste, útiles tanto para la detección de virus como para otras aplicaciones biomédicas.
El trabajo, firmado por Alicia del Prado, María I. Martínez-Jiménez, Luis Blanco y Miguel de Vega, se publica bajo el título “Novel primer-less amplification method for detection of RNA molecules” (Methods, 244 (2025), pp. 227-239, 10.1016/j.ymeth.2025.10.007).



