En Granada estableció un grupo de investigación pionero para el análisis de enfermedades metabólicas hereditarias, cuyas contribuciones trasladó posteriormente a Madrid. Esta labor fue crucial para prevenir y tratar múltiples enfermedades, como se refleja en el documental “La vida en una gota”, en el que aparece de manera discreta.
En Madrid, fue cofundador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM), desempeñándose como su primer director. Consciente de la importancia de dotar al centro de una estructura eficiente y de apoyo financiero, impulsó la creación de la Fundación Severo Ochoa. Además, desarrolló una fructífera labor docente en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y, de manera transitoria, asumió la presidencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Su gestión dejó una profunda huella en la ciencia española.
Posteriormente, ejerció como Ministro de Educación y Ciencia en el gobierno español. Más tarde, en su etapa en París como Director General de la UNESCO, trabajó incansablemente en favor del desarrollo cultural y económico de los países más desfavorecidos, a menudo enfrentando las reticencias de las grandes potencias.
De regreso a Madrid, siguió respaldando al CBM y desempeñó una labor destacada en la Fundación Ramón Areces. Finalmente, fundó la Fundación Cultura de la Paz, promoviendo los valores de diálogo y entendimiento.
Don Federico fue una persona de extraordinaria brillantez, generosidad y buena fe. En sus charlas y clases, se caracterizó por su claridad, ingenio y rapidez de respuesta. En el trabajo, siempre antepuso el bien común a los intereses individuales. Era una persona íntegra y confiable, cuyas cualidades humanas y su dedicación al trabajo dejan una marca imborrable.
Gracias a su labor, el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa es hoy uno de los centros de investigación más relevantes de España. Su ausencia se sentirá no solo en el CBM, sino también en todos los ámbitos donde desplegó su compromiso y talento.
Don Federico Mayor Zaragoza fue un profesional ejemplar, un ser humano excepcional y alguien que siguió fielmente el principio que Santiago Ramón y Cajal estableció para los científicos: “Ser más sabio que soberbio”.
Jesús Ávila de Grado, Presidente Fundación Severo Ochoa
Paola Bovolenta, Directora CBM